Re zarpado mi blog

No se trata de lo que yo quiera hacer con mi vida, tampoco se trata de lo que me guste y lo que no. Esto se trata de mis innumerables defectos y el cómo la vida se empeña en recordármelo. Es como un ¡BAM! en mi cara, que me golpea cuando le da la gana, escribiendo con sharpie sobre mi frente todos los pequeños errores que cometo.
¿Les comenté alguna vez que tengo PÉSIMA memoria? No me acuerdo de cosas tan simples como: Tomarme la pastilla a la hora correcta, tapar las cajas, colocar las cosas en su sitio... Soy un caso perdido. Incluso, olvido que tengo que cubrir una caja con una toalla de una determinada forma.

Creo que esto ya se trata de todas las veces que digo "perdón" en un día, por olvidar cosas que me recuerdan TODOS LOS DÍAS. Vido el día a día, luchando contra mi mala memoria y mi indelicadeza: No colocar las cosas en el sitio donde "deben ir", y que me tengan que repetir un millón de veces lo que tengo qué hacer porque no entiendo a la primera, ni a la segunda. Con el tiempo, eso sólo refuerza mi idea de que soy una fracasada y estúpida, buena para nada que no puede hacer una mierda con su vida... Por estúpida.

Estoy obsesionada con el fracaso.
FRACASO TODO EL TIEMPO.
SOY UN FRACASO ANDANTE.


Mi cerebro y yo somos un caso perdido. Soy una incompetente, nada más y nada menos.

-cierro-

No confías en mí; y te entiendo, yo tampoco confiaría en mí.
¿Dime qué sucede? ¿Por qué el silencio incómodo?


No hay nada que me duela más en esta vida, que tu rechazo.

No me ignores...

¡NO ME IGNORES!

¡¿Por qué no hablas?!

¿Qué hice mal ahora...?
 
Es mi culpa. Sea lo que sea, es mi culpa. Siempre tengo la culpa de todo.

-cierro-

Retomando el blogging.

Siempre que empiezo algo; lo dejo a medias en el olvido. Es hora de cambiar, y ser constante en algo.
En un blog, por ejemplo.

Cuando empecé mi vida blogger, tenía unos 15 años. Creía ser una niña feliz, era muy loca, más inmadura de lo que soy hoy. La mayoría de mis entradas eran sobre quejas infantiles o sobre odio, porque mi adolescencia fue dura emocionalmente (mis constantes problemas con ex novios y amistades). En esa época me iba el color negro, lo gótico, pero nunca en serio. Sólo era una chiquilla inexperta que creía poder contra el mundo y sus bellezas.
Yo escribía, porque me gustaba, una entrada por día religiosamente (a veces dos, cuando estaba muy ansiosa), y conocí a muchas personas interesantes. Apredía cosas nuevas sobre la vida, fui creciendo. Me atrevo a decir que blogger fue un factor crucial en mi adolescencia, sin él ¿Qué habría sido de mí?
Yo recuerdo ese blog, negro, con calaveritas y muchos apps, me sentía única, genial, alguien interesante ¡Tenía muchos lectores! Era una dicha entrar y ver comentarios. Me sentía importante para alguien...
Entonces vinieron los trolls.
La batalla fue dolorosa, y no duró mucho. Decidí dejar el blog en un arranque de ira, y no volví a escribir en él; no lo cerré. Aún está ahí, indexeado en google, recordándome lo que hice, lo que no debo volver a hacer.

Aún soy una chiquilla. No tan inexperta, pero inmadura.

-cierro-